Por Sandra Paul. "La sala zurda" del Teatro de la Comedia es el escenario donde transcurren esos minutos que separan al enorme Enrique Santos Discépolo de su público. Los fantasmas propios de ese espacio tan particular se encuentran con los del actor, dramaturgo, compositor y músico, en lo que hace las veces de camarín, donde irrumpe un joven empleado del teatro urgido por el tiempo que falta para que “Discepolín” salga a escena, entablando una relación entrañable con quien admira pero también cuestiona. Luis Longhi es el autor e intérprete de este "Enrique", que nos introduce en los momentos previos a su muerte, un 23 de diciembre de 1951, que reflexiona acerca de su vida, sus padres, su hermano Armando, sus amores, sus tangos, el fútbol, sus ideales, la política, rodeado de objetos que recrean simbólicamente cada una de sus pasiones. En clave grotesco-musical "Enrique" nos envuelve, filosofando, tocando sus tangos que poéticamente "te
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