TWEED
Por
Sandra Paul.
En
un sótano del Once un anciano espera... en un taller donde antaño
ejerciera su oficio de sastre remendón y donde los recuerdos
comienzan a surgir al destapar cajas de cartón, como fantasmas de un
tiempo que no por pasado fue mejor. Recuerdos de familia, pero no de
familia feliz, sino de las otras, las que se rompen y dejan marcas
para el resto de la vida.
Abraham
es un hombre simple, de los de antes, con ideas de antes, machista,
hosco, distante, rígido, dedicado religiosamente a su trabajo, como
un artesano que en cada puntada encuentra belleza. Es como el Tweed,
un tejido de lana áspera, pero cálida y resistente.
Su
hija Ruth vuelve después de treinta años para recibir respuestas, y
algunas encuentra. La madre tocaba el chello y era muy joven cuando se casó con Abraham que cantaba en el templo. El rol de esposa-ama de casa de la época la obligó a dejar de lado la música, y esto fue un escollo que el matrimonio no supo sortear. Ella se fue, dejándolo a él y a su hija muy pequeña solos. Una hija que idealiza y echa culpas, que quiere saber qué pasó con esa madre que nunca más volvió a ver.
Esa ausencia es el punto de unión y, a su vez, de
separación de estos dos seres necesitados el uno del otro pero sin
posibilidad de encontrarse.
César
Dominguez escribió esta historia a partir de recuerdos personales de
la actriz que coprotagoniza esta pieza, logrando reflejar el
desencuentro en un vínculo que debería ser indestructible. La
imposibilidad de abrazar, de perdonar, de entender los límites del
otro, de ver que el amor a veces se esconde y no siempre es por
mezquindad, logran imponer muchas veces la distancia y hasta el desamor con los
progenitores.
Una
puesta de Fernando Alegre que supo aprovechar un sector del teatro
ideal para recrear ese sótano que tanto esconde, tan verosímil
gracias a la minuciosidad del decorado, completando el combo con una correcta iluminación y la bella música original de Emilio Kauderer.
Las
actuaciones sublimes de Silvia Kauderer y Héctor Bidonde lograron
profundizar en la psicología de estos dos personajes con mucha
empatía y amorosidad.
Al
final se genera una charla muy interesante con los intérpretes.
Una
muy buena propuesta teatral, que apunta derecho al corazón, para
reflexionar sobre los vínculos familiares.
Ficha
técnico artística:
Autoría:
César Domínguez
Actúan:
Héctor Bidonde, Silvia Kauderer
Músicos
invitados: Manuel Perez Vizcan
Vestuario:
César Domínguez
Escenografía:
Fernando Alegre, César Domínguez
Diseño
de luces: Fernando Alegre, César Domínguez
Música
original: Emilio Kauderer
Fotografía:
Andrea Spirito
Diseño
gráfico: Ariel Panicali
Producción
ejecutiva: Ale Garcia, Carlos Zárate
Puesta
en escena: Fernando Alegre
Dirección
general: Fernando Alegre
PATERNAL
TEATRO
Nicolás
Repeto 1556 - Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos:
4584-8703
Entrada:
$ 250,00 - Domingo - 19:00 hs
Entrada:
$ 250,00 - Sábado - 21:00 hs
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