PEQUEÑAS INFIDELIDADES
Por Sandra Paul Un encuentro fortuito, aunque no tanto. Una charla, whisky mediante, que comienza a desandar lo que sucedió hace veinte años. Confesiones y reproches, víctimas que también son victimarios. Finalmente lo que parece una casualidad, en realidad, puede ser una venganza. El texto parece por momentos inverosímil, aunque si de relaciones de pareja enfermas se trata, sabemos que a veces la realidad supera la ficción. Gracias a las buenas actuaciones de Horacio Peña y Marcela Ferradás, la obra mantiene la atención del público hasta el final con un remate por demás intrigante. Una puesta en escena con un planteo sobrio del director Manuel González Gil, en cuyo escenario despojado, ya que se trata de un departamento vacío en oferta inmobiliaria, los protagonistas marcan el ritmo saliendo y entrando en escena con intervalos dados por brevísimos apagones de luz. Es inevitable identificarse con algunas situaciones de la historia que más que hablar de pequeñas infideli